Francisco: «Odio el racismo y la actitud de muchos del fútbol»

Francisco: «Odio el racismo y la actitud de muchos del fútbol» (entrevista realizada el 23/11/2014 para la revista Élite Sport)
Hubo un tiempo en el que para conocer a Francisco había que hacer alusión a su fecha de nacimiento. La peculiaridad de un entrenador de 36 años dirigiendo a un equipo de Primera División no podía pasar por alto a ningún aficionado. Una temporada ha sido suficiente para que se consolide y le conozcamos. Al técnico concienzudo e ilusionado, que luchó para mantener a la UD Almería en la máxima categoría tras su brillante ascenso, se le puede definir de muchas maneras. La más apropiada, a través de su trabajo.
Para llegar donde está ha sido necesario verle primero como un gran futbolista y perspicaz delantero. Resulta complicado decidir qué reto ha sido más difícil para Francisco, pero ha sabido marcar las pautas en cada fase de su vida. Mientras continuaba calzándose las botas no pensaba en lo que vendría después, como él mismo reconoce. “Cuando estás bien y te sientes en forma quieres rendir y deseas jugar. No piensas que llegarás a retirarte. Sí que es cierto que en los dos últimos años mi físico se resintió y no acompañaba como lo había estado haciendo. Fue entonces cuando me planteé que existía esta oportunidad para continuar dedicándome al fútbol”, declaró en una entrevista a Elite Sport.
Este deporte siempre ha sido y será su pasión. Comenzó siendo un entretenimiento, como el de cualquiera de su edad, hasta que se convirtió en una realidad. “Cuando eres niño no piensas dónde vas a llegar. Juegas y te diviertes con tus amigos. En mi caso, no fui consciente de lo que podría hacer hasta que cumplí los 16 años. Fue la primera vez que salí de casa y decidí que quería vivir del fútbol. Sería mi vida”.
Francisco aún es el máximo goleador de la UD Almería. Como delantero ha marcado muchos goles pero no tiene en mente ninguno que haya deseado anotar. “Como futbolista, y en todos los aspectos de la vida, es necesario ser realista. Es importante conocer cuáles son tus limitaciones y prepararte para mejorar porque sin esfuerzo es imposible avanzar. De esa forma podrás estar satisfecho con tu trabajo sabiendo que lo que has hecho es bueno, porque lo has dado todo. He jugado en equipos modestos, sabía dónde jugaba y las aspiraciones que teníamos. No hay que soñar, por ejemplo, con los goles que otros marcaron o los que yo pude hacer. Me quedo con todos los que he marcado. Aunque no puedo destacar ninguno recuerdo los que ayudaron a que el Almería lograra el ascenso o el que anoté en Primera División jugando con el Albacete ante el Atlético de Madrid”.
En el repaso de su carrera como entrenador y futbolista, Francisco es claro a la hora de destacar lo que menos le gusta del mundo del balompié, y separa las dos caras del fútbol: “Detesto el racismo. Tampoco me gusta la falta de coherencia y de respeto entre aficiones, ni la actitud de muchos de los que estamos dentro. Es fútbol, es un deporte y hay que vivirlo así. Quitando esto, me quedo con el resto. Es mi pasión. Como se suele decir: el fútbol me gusta hasta cuando el balón no tiene aire. Disfruto de todo, hasta de los malos partidos”.
La experiencia previa de Francisco como futbolista le ayuda como entrenador e incluso hay posibles defectos que ha podido corregir al sentarse en el banquillo. “Como jugador eres egoísta. Todos los somos y buscamos el éxito personal. Conforme vamos madurando te das cuenta de que sin el equipo no eres nada. Descubres que en realidad todos tenemos las mismas ansias de ganar. Compartimos metas, objetivos y sueños. Como entrenador aprendes que tienes que saber darle a cada jugador su lugar y su importancia. No es fácil cuando debes elegir entre titulares y suplentes, pero los segundos también son necesarios para que el equipo sea luchador y aspire a mejorar. Hay que motivarles y conseguir que se esfuercen para entrenar a pleno rendimiento”.
La vida del futbolista a veces es solitaria a pesar de estar rodeado de gente. Como entrenador, la experiencia y la edad ayudan a gestionarlo mejor. “Hay que saber separar tu vida familiar, con amigos, de lo que rodea al fútbol. Como jugador quizás te aíslas más y te centras en convivir con quien comparte tu día a día: los compañeros. Como entrenador, tienes otras responsabilidades y debes ser más serio con tu trabajo. Son exigencias diferentes y hay que ser inteligente rodeándote de quien te comprenda”.
Destaca el colectivo y el bloque por encima de lo individual
La temporada pasada el Almería vivió momentos críticos. Cuando los resultados no llegan se mira al banquillo. A la disyuntiva sobre si le dolería más el descenso del equipo o su destitución responde con contundencia. “Es complicado. Como profesional quieres que el equipo alcance sus metas. Y a veces para que se logren es necesario prescindir del entrenador. En poco tiempo comprendes que la faceta individual queda en un segundo plano. Importa el colectivo, el bloque, y, en este caso, que juntos consigan la permanencia. Es vital que se crea en el equipo por encima de todo, que haya confianza en el proyecto y en sus jugadores”.
Finalmente, el Almería se quedó en la Liga BBVA con Francisco liderando el proyecto. Para la presente temporada, el guión seguirá siendo el mismo para poder buscar un final similar. “Debemos ser realistas. Según nuestro presupuesto confeccionamos en verano la plantilla, con la intención de que seamos capaces de lograr la permanencia. El objetivo es conseguirlo sin necesidad de que se decida en la última jornada. Para ello debemos pelear mucho sin olvidar nuestras limitaciones. Pero, ante todo, apostar por nuestras virtudes. Cada punto es importante y hay que pelearlo. Debemos ser competitivos y eso se consigue con perseverancia”.
De hecho, hace un año el equipo se estaba adaptando a Primera División. Aterrizó en la categoría con un fútbol vistoso y ofensivo. El buen juego no le permitía cosechar buenos resultados pero sí facilidad para el gol. Sin embargo, los puntos se los llevaban sus rivales. Algunos de ellos en los minutos finales, lo que provocaba que la afición se impacientase. Esta temporada, el equipo transmite equilibrio. Marca menos goles pero el trabajo defensivo ve sus frutos. “Cuando realizamos la planificación de la plantilla en verano pretendíamos confeccionar un equipo que estuviera compensado. Analizamos cada perfil de jugador buscando que existiera equilibrio entre la parte ofensiva y la defensa. Nos preguntamos qué necesitábamos, qué teníamos y qué podíamos fichar. Pero siempre con los pies en la tierra y construyendo una plantilla competitiva para luchar por permanecer un año más en la categoría. Debemos pelear y buscar los tres puntos siempre. Es posible que hayamos frenado el empuje ofensivo para conseguir estabilizar la balanza y fortalecer la defensa”.
“Nada se hace sólo en el fútbol”
A la pretemporada le sigue el análisis de cada partido. En todo momento, el trabajo de su cuerpo técnico es necesario. ”Nada se hace solo en el fútbol. Todos tenemos nuestras responsabilidades y todos debemos ser partícipes del proyecto, desde cada jugador a mi equipo de trabajo. Todas las partes son importantes y deben tener su hueco. Es necesario que todos se sientan útiles y darles el lugar que se merecen. Tienen plena confianza y libertad para opinar pero las decisiones las tomo yo”.
La labor del entrenador va más allá de lo que sucede en el terreno de juego. Hay detrás una previa preparación del partido y análisis de rivales. “Es parte de mi trabajo estar todo el día viendo partidos. No solo hay que centrarse en estudiar al rival. Son muchos los detalles que hay que cuidar: el momento que el equipo atraviesa, cómo están nuestros jugadores, cómo llega el rival, qué racha llevan, el contexto, el momento de la temporada, los resultados y los enfrentamientos anteriores que hayamos tenido. Todos estos detalles son fundamentales para poder plantear el partido de forma que se asemeje al máximo a cómo se desarrollará después. Aunque la realidad nos depare sorpresas, debemos exigirnos ser siempre competitivos”.
Con todas estas herramientas deben aflorar las virtudes que el Almería posee y tapar los defectos. “Debemos aprovechar nuestras oportunidades. Buscamos que la defensa sea agresiva en sus marcajes y ser superiores, tengamos el balón o esté en posesión del rival. Sabemos cómo es la Liga y los equipos que mandan. Eso nos permite conocer quiénes son nuestros adversarios directos. Lucharemos contra los grandes pero no podemos permitirnos perder puntos con los de nuestro mismo nivel. Debemos ser mejores que ellos”.
Destaca el valor de la motivación y la psicología
Hoy día es muy importante la psicología en el fútbol para poder tratar un vestuario. “El fútbol no se reduce a aspectos técnicos y tácticos. La mente juega un papel principal. Una plantilla está compuesta por jugadores muy diferentes. Cada uno con su carácter y peculiaridades. Se juntan futbolistas de nacionalidades, culturas, edades y ambiciones dispares. Para facilitar el entendimiento la psicología es vital. Todos necesitan sentirse protagonistas, jueguen o no”.
Francisco es uno de los entrenadores más jóvenes de Primera División. Por un lado le puede haber ayudado a sentirse uno más dentro del vestuario. Por otro, es importante que sepa imponer su criterio. “En cualquier ámbito de la vida todo lo que se dice con respeto está bien dicho. Yo escucho todas las opiniones, pero la última decisión la tomo yo. Ahora no hay ningún jugador mayor que yo en el vestuario. El año pasado estaba Esteban. Continúan Soriano y Corona. Futbolistas veteranos y con experiencia que desempeñan una labor impecable transmitiendo los valores del equipo a los más jóvenes. Estoy muy contento con la plantilla que tengo y con todos mis jugadores. Son inteligentes y están haciendo un buen trabajo”.
A pesar de que su carrera como entrenador acaba de comenzar, tiene claro cuál ha sido el partido más complicado hasta la fecha. “No se me olvida el encuentro disputado contra el Rayo Vallecano. Fue en la novena jornada. Hasta ese momento habíamos jugado bien pero los resultados no salían. Habíamos entrado en una dinámica negativa que se trasladó al juego y las prisas exigían un cambio. Eran lógicas las dudas de lo que estábamos haciendo pero estaba tranquilo porque los jugadores creían en mí. En el fútbol es importante la paciencia y la confianza, sobre todo cuando hay una mala racha. Las plantillas necesitan estabilidad y hay ejemplos que sugieren que el relevo de entrenador es precipitado. En otros, que es un acierto. Hay que saber elegir el momento y el contexto. Los jugadores necesitan calma y que no haya dudas. El club lo sabía. Tuvieron paciencia y la continuidad llevó a la permanencia».
Antes del parón como consecuencia de los compromisos de las diferentes selecciones, al Almería le tocó medirse al Barça. Sorprendió el planteamiento de Francisco. Además del rol de los interiores y de la ubicación de Soriano más adelantado que los puntas, hay que destacar la sintonía que transmitió el equipo. “Cuando te enfrentas a equipos como el Barça eres consciente de las trabas que te vas a encontrar. Pero son partidos que a todos los jugadores les gusta disputar. Tienen una motivación especial y durante la semana preparan a conciencia el partido. Prestan más atención. Sobre el césped el trabajo fue bueno a pesar del resultado».
Derbi andaluz contra el Granada: “Caparrós es un gran profesional”
Esta jornada les espera un derbi andaluz contra el Granada. Máxima igualdad entre ambos equipos separados por tan solo un punto. Francisco cree que no será un partido fácil por el equipo y su entrenador. “Caparrós es un gran profesional y su trayectoria lo avala. Su experiencia es extensa en cuanto a partidos, equipos y competiciones. Trabaja con respeto hacia el futbolista y el rival. Sabe lo que quiere hacer y cómo conseguirlo. Además de los aspectos tácticos maneja bien la parte psicológica. Estudia al jugador a fondo y eso se nota en el planteamiento del partido».
A Francisco le gusta el fútbol. Es su pasión y trata de ver todos los partidos que puede. “El fútbol no es estático. Continuamente evoluciona y debes aprender de todo y todos. Hay que ver los partidos de los rivales, de Segunda División y ligas extranjeras. La Bundesliga es la que más me gusta. También la Premier por su grado de competitividad».
Cuando prefiere evadirse del fútbol y necesita desconectar, tiene la clave. “Me gusta pasar todo el tiempo libre del que dispongo con mi familia y amigos. A veces lo que más reconforta es lo más sencillo. Tomar unas cervezas y unas tapas en cualquiera de todos los buenos sitios que hay en Almería hace que te olvides de todo».
Cuando el equipo va bien y los resultados acompañan la afición está ahí. También cuando desea mostrar su descontento por la situación. “Como jugador suele ser más comprensiva. Cuando eres entrenador, eres el único. Es más fácil fijarse en tus fallos y es lógico. Ellos quieren para el equipo lo mejor y desean que gane siempre. Ellos van al campo para disfrutar de un buen partido y no quieren que el Almería sufra. La comprensión es mutua y las muestras de cariño incontables”.
“He vivido una época muy bonita. No cambiaría nada”
Haciendo balance a la trayectoria de Francisco y suponiendo que pudiera haber elegido otra época para jugar o entrenar no tiene dudas al respecto. “No cambiaría nada de lo que he vivido. Siempre he tenido los pies en el suelo y sabía mis limitaciones y metas. He ido pasando por las diferentes etapas disfrutando de los éxitos y fracasos. A pesar de haber jugado en equipos humildes he podido vivir dos ascensos, a Segunda División y a Primera, y he jugado en la máxima categoría de nuestra Liga. Ahora, entrenando al Almería, he logrado la permanencia el primer año. Estoy satisfecho con lo que he hecho y he vivido una época muy bonita”.
Así se define Francisco, como un apasionado del fútbol al que ha dedicado su vida por completo. Si pudiera elegir, tomaría las mismas decisiones. En cada frase transmite sensatez, sencillez y amor por su equipo, al que antepone a su bienestar personal. Además contagia absoluta confianza en lo que hace y demuestra un esfuerzo constante. Valora lo que tiene, es consciente de que sin su equipo de trabajo no sería posible lograr los objetivos y no tiene dudas hacia su plantilla. Francisco vive ilusionado. Él vive para el fútbol.